Viajar al del Círculo Polar Ártico en invierno es una experiencia única.
El clima impredecible y siempre cambiante produce una amplia variedad de condiciones de iluminación. Es la mejor época del año para fotografiar sus increíbles montañas y lagos congelados. Pero sobre todo es la mejor época para capturar las esquivas y caprichosas auroras boreales.
Aquí os dejamos algunos consejos para filmar en todo su esplendor estas maravillas creadas por la naturaleza:
#1 Siempre en invierno: las auroras son visibles generalmente desde octubre hasta marzo, pero no todos los momentos del año son igual de propicios. Son más fáciles de ver en los últimos y primeros meses del año, pues las temperaturas en esos días son menores.
#2 Busca la mejor hora: las horas cercanas a medianoche suelen ser las de mayor actividad, así que si no quieres pasar mucho tiempo a la intemperie, puedes programar un intervalo de dos horas o tres entre las 22:00h y las 24:00. Es entonces cuando las auroras son más intensas y presentan formas más interesantes.
#3 Sintoniza la web de la N.A.S.A.: pueden predecirse tormentas solares o fases de gran actividad solar que pueden afectar a la Tierra. Las auroras visibles en estos momentos son mucho más impactantes. Las partículas del viento solar (que producen las auroras boreales) tardan dos días en llegar a la Tierra.
Puede consultarse la actividad solar en diversas páginas web, como la N.A.S.A. (http://www.nasa.gov/)
#4 Busca el norte: las auroras boreales son conocidas como la luz del norte por algo. Incluso en latitudes muy cercanas al polo norte, utiliza una brújula para orientarte y mirar en la dirección adecuada. Trata de tener un horizonte despejado en esa dirección.
#5 Exposiciones largas: las auroras no son tan impactantes y coloridas como estamos acostumbrados a ver en las fotografías. Vas a necesitar un tiempo de exposición realmente largo (al menos 20 segundos) para captar los colores en todo su esplendor.
#6 Evita fuentes de luz: como en cualquier fotografía nocturna, aléjate lo máximo posible de las fuentes de luz. Tan al norte no hay problema de contaminación lumínica, pero es posible que tengas algún pequeño pueblo o alguna farola cerca. Cualquier fuente de luz será bastante molesta en tu fotografía.
#7 Atento los cambios de temperatura: pasar de tu cálida habitación al frío exterior, con unos 50 grados de diferencia, puede no ser muy bueno para la salud de tu cámara. Es mejor evitar cambios bruscos de temperatura, así como mantener la cámara alejada del cuerpo o de objetos cálidos cuando estemos en el exterior para evitar que se empañe el objetivo o el visor.
#8 No uses la máxima ISO de tu cámara: ISO superiores a 1600 junto a una exposición de más de 20s produce unas aberraciones de lente y un ruido considerables.
#9 Batería cargada y muchas de recambio: parece obvio, pero las bajas temperaturas afectan enormemente al rendimiento de las baterías, que se descargan muy rápidamente.
#10 Ante la duda, dispara: la cámara puede recoger mucha mayor cantidad de detalles que el ojo humano, sobretodo si haces fotos con largas exposiciones.
Es posible que, lo que a simple vista es una nube, resulte ser una colorida aurora verde.